Llegó el calor, mucho calor. Y a pesar de los casi 37° de térmica y que padecimos encima con falta de luz y agua, hay que ponerle ganas y empezar a ponerle color a la casa.
Los pompones están de moda, se utilizan para darle un toque de personalidad a carteras, llaveros, colgarlos de picaportes y cortinas.
La idea que llevó a cabo MYK, una va un poco más allá. Es una marca alemana que desarrolla alfombras, puffs, sillas y otros objetos de decoración con pompones de colores, también llamados "bommel".
Un objeto puede llegar a tener 1.300 pompones de lana cosidos y atados a mano.
Para quienes no anden por Berlín, pueden inspirarse y animarse a realizar con paciencia, por ejemplo, alguna alfombra.
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